Marxismo y Comunicación. Teoría Crítica de la Mediación Social será presentado en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida, el próximo día 21 de mayo a las 18:30. En el acto, Francisco Sierra, autor del libro y profesor adscrito al departamento de Periodismo de la Universidad de Sevilla, estará acompañado por el exportavoz de IU en el Parlamento Andaluz, Antonio Maíllo, el presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva, Juan F. Caballero y la activista María Gadea.
Esta obra ofrece al público las líneas maestras de fuerza que sistematizan algunos de los principales aportes de la visión materialista para ir sentando las bases de desarrollo del pensamiento emancipador en comunicación desde la tradición marxista.
El ensayo, además de rendir tributo al sabio de Tréveris, ha sido escrito con la intención de aportar al lector elementos básicos para una necesaria crítica materialista de la mediación social y alumbrar una evidencia inexcusable en tiempos de libre comercio: la dimensión política de toda mediación cognitiva. En palabras de Douglas Kellner, la política y la economía, como matriz de abordaje de la comunicación, significa que la producción y distribución de la cultura tiene lugar en un sistema económico particular, en una forma de producción y reproducción social específica que no puede ni debe ser eludida si algún sentido tiene la ciencia desde el punto de vista social (Kellner, 1997).
La conexión entre los aspectos culturales y comunicativos, los tecnológicos y económicos, y los político-informativos y tecno-estéticos que están en la base del modelo de análisis marxista puede en este sentido, cuando menos, definir un marco lógico de comprensión global. Fruto de la interrelación existente entre los diferentes niveles de acción, este marco resulta revelador tanto de los problemas de orden práctico, como la lógica desinformativa de la posverdad, como de aspectos sustantivos de los modelos de representación ideológica presentes en la práctica teórica contemporánea.
Más allá y más acá de Marx, la revisión de los aportes seleccionados a lo largo del libro pueden contribuir a despejar cierto desdibujamiento que sobre la teoría marxista han querido proyectar culturalistas o funcionalistas reciclados al identificar la teoría crítica con el modelo economicista de la vulgata al uso sobre las teorías del control social frente a la compleja lectura propia de un pensamiento relacional que tiende a pensar la realización de la lógica del valor y el fetichismo de la mercancía desde una definición materialista consustancial a toda mediación social.
La presente obra constituye un acto político y de naturaleza reflexiva, en la medida que trata de situar los aportes fundamentales de la tradición crítica en el nuevo marco de relaciones que se deben pensar contra corriente, dando sentido a la realidad más allá de la razón sedentaria. El autor persigue la idea matriz y original de deconstruir las formas contemporáneas de dominio del poder simbólico desde la recuperación de una tradición negada que debe y puede ser leída en nuestro tiempo a contrapelo de la historia.