Liderazgo de Correa debe servir para rearticular fuerzas progresistas en Latinoamérica, plantean catedráticos españoles

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, saluda a simpatizantes desde el balcón del Palacio de Gobierno. / Presidencia

Quito, 31 may (Andes) – El capital político del presidente Rafael Correa, que dejará el poder en 2017, debería servir para liderar a las fuerzas progresistas y el proceso de integración en América del Sur que sufrió un frenazo tras la muerte del líder venezolano Hugo Chávez y por el reposicionamiento de la derecha, sostuvo el catedrático español Francisco Sierra, director del Centro de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal).

“Tanto él (Correa) como el presidente Evo Morales y, por supuesto, (el exmandatario brasileño) Lula da Silva, saben la importancia de esa utopía, del proyecto de la patria grande, de la integración; son conscientes que la lucha contra la pobreza, la justicia, la dignidad, se resuelven en ese plano suprarregional, de la integración, y cualquiera de ellos puede asumir ese liderazgo”, dijo el analista quien ostenta la presidencia de la Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura.

Sierra consideró que Correa tiene el liderazgo ético y moral para encabezar un proceso de rearticulación de instancias como Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y de El Caribe) porque está en juego el futuro de derechos básicos.

“La ventaja que tiene por delante el presidente Correa es que, dejando la obligación de la jefatura de Estado, podría, debería, y yo espero que lo asuma porque tiene ese liderazgo ético y moral para poder encabezar un proceso de rearticulación, si tenemos una Unasur desdibujada por las posiciones de los nuevos gobiernos, deberíamos impulsar en espacios, foros de debate, en institutos de pensamiento una nueva agenda regional”, expuso en declaraciones a Andes.

A criterio de Sierra, la política siempre ha pensado en un estado-nación, y no en una perspectiva suprarregional por lo que es necesario un liderazgo que promueva esa utopía.

El profesor Fernando Casado, investigador del centro de Derechos y Justicia del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), coincidió con su colega y compatriota, en el rol que el liderazgo de Correa puede jugar en la región, pero también de lo que puedan hacer los movimientos sociales, en lo que llamó “un tipo de resistencia” ante la situación actual y la que se avecina.

“El duro contexto puede ser un caldo de oportunidades que deben ser tomadas en este momento por la ciudadanía para demostrar que no fue en vano todo lo que se consiguió a lo largo de diez años”, sostuvo.

“Trincheras de resistencia”

Casado dijo que frente a una situación en la que el neoliberalismo vuelve a “atacar con fiereza” es importante tener “trincheras de resistencia”.

Pese a todo, el catedrático cree que existe un cambio en el sujeto político latinoamericano que va a hacer que se resista mejor. También sostuvo que la gente no va a permitir que las conquistas sociales sean negociables o se les arrebaten.

“Va a ser mucho más complicado poder imponer esas agendas de paquetazos liberales, de recortes sociales, de intentar arrebatar a la gente las conquistas sociales, con lo cual yo creo que es muy importante que países como Ecuador continúen con el proyecto, precisamente para que sean trincheras de resistencia, para que la dinámica en la región vuelva a lo que han sido los últimos diez años”, manifestó.

En un ejercicio crítico, Fernando Casado mencionó que en la región faltó madurar y profundizar los procesos de integración y, en este contexto, hizo notar que la Celac, aún “incipiente”, todavía no tiene una normativa que la regule y la Unasur, pese a tener una normativa internacional, podría entrar en una especie de “catatonia”, sometida desde Brasil y Argentina.

Ecuador, la década ganada

Casado y Sierra hicieron un análisis del informe a la nación y los logros expuestos por el presidente Rafael Correa el 24 de mayo.

“Creo que sin duda existe en Ecuador una década ganada, que no solo es importante para el país donde se han visto unas mejorías indiscutibles en muchos campos, como el social –el epicentro de la toma de decisiones- sino que está dentro de una tónica que se ha dado en el continente que es motivo de inspiración del norte hacia el sur”, sostuvo Casado.

En tanto Sierra tildó al gobierno de Correa como “un proyecto histórico” no solo a nivel regional sino como un aporte fundamental de otros valores, propuestas y políticas públicas que sirven de ejemplo en el resto del mundo.

Añadió que el modo de gobierno de Correa, cercano con el pueblo, marca también un paradigma.

“El nivel de aceptación después de diez años, es sintomático, ha marcado un antes y un después”, dijo al tiempo de mencionar que cuando el mandatario deje la política, como lo ha anunciado, seguirá marcando un procedente que espera tenga continuidad tras las elecciones de 2017.

Casado destacó que la gestión del líder ecuatoriano saldó deudas históricas en los ámbitos de educación y salud. También, resaltó la reducción de la pobreza, el cumplimiento de 20 metas del milenio y avances en el Índice de Desarrollo Humano.

En la misma línea, Sierra puso de relieve la atención a los derechos, en salud y educación, que ha puesto énfasis el gobierno de Correa y que antes eran “de papel”.

Desestimó los cuestionamientos al supuesto excesivo gasto público y confrontó una posibilidad hipotética con la reciente tragedia por la que atravesó el país: “¿Qué hubiera sucedido sin hospitales, sin un estado estructurado, sin infraestructura, en un terremoto como el que hemos vivido recientemente, hubiera sido la atención de emergencia igual o hubiera sido una situación catastrófica como el que ha vivido Haití?”.

En este sentido, dijo que cuando se hacen esas críticas el objetivo no es otro que volver al neoliberalismo en el que algunas clases elites tienen derechos a la salud, a la educación y a otros principios básicos que reconoce constitucionalmente el Estado.

“El asumir que tienen derechos implica inversión pública: maestros, médicos, sistema de seguridad pública, ejército, infraestructura, para garantizar esos derechos”, apostilló.

/ar

Tomado de Agencia ANDES: http://www.andes.info.ec/es/noticias/liderazgo-correa-debe-servir-rearticular-fuerzas-progresistas-latinoamerica-plantean