Choque en el Gobierno por el plan antibulos: Sumar pide un órgano más independiente que la CNMC

Share

El plan “para la democracia” anunciado por el Gobierno este martes ya ha despertado los primeros choques entre el Partido Socialista y Sumar. Desde la formación liderada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, comparten parte de las medidas, aunque admiten que el plan resulta menos ambicioso de lo que habrían querido. Sin embargo, discrepan fuertemente en un punto: delegar en la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) el registro de medios que determinará qué medio cumple las condiciones para ser reconocido como tal al ser un organismo cuya cúpula la elige directamente el Ministerio de Economía.

La creación de este listado, una de las grandes novedades que incluye la hoja de ruta diseñada por el Ejecutivo, busca diferenciar entre los que el presidente, Pedro Sánchez, califica como “pseudomedios” y aquellos que trabajan “con rigor”. Pero en la rueda de prensa de este martes, posterior al Consejo de Ministros, no se detalló qué criterios utilizará la CNMC para situar a los distintos medios en un lado o en otro.</strong

En contra del resto de países europeos

Sumar critica que la decisión de delegar en la CNMC el registro de medios supone una anomalía en Europa, en contra de lo que defendió el Ejecutivo este martes. El Gobierno prioriza, por encima de todo, explicar bien cada iniciativa, hacer pedagogía para evitar que estas medidas se entiendan como una intervención política sobre la libertad de prensa.

Por eso, los ministros que presentaron el plan, Félix Bolaños, ministro de Justicia, Presidencia, y Relación con las Cortes, y Ernest Urtasun, ministro de Cultura, repitieron en multitud de ocasiones que el proyecto se basa basado en la normativa europea aprobada en mayo por el Parlamento comunitario. Moncloa insiste en que gran parte de las medidas tan solo adoptan la normativa aprobada en Bruselas.

Ahora Sumar niega que esa máxima se aplique en la decisión de situar a la CNMC al frente del registro de medios. El equipo de la formación encargado de trabajar todo lo relacionado con la comunicación, formado por expertos, afirman que el registro de medios “no debería depender de la CNMC, sino de un comité independiente, como sucede en el resto de países europeos”, afirma Francisco Sierra, catedrático de Teoría de la Comunicación de la Universidad de Sevilla e Investigador del Instituto Andaluz de Investigación en Comunicación y Cultura, y diputado en el grupo Plurinacional de Sumar.

Una propuesta que la formación de Díaz ya planteó hace meses y que ahora recupera para criticar la falta de independencia que tendría derivar dicho listado en una institución donde sí hay influencia política.

No es independiente del poder político

Al margen de que suponga una anomalía en Europa, Sumar sitúa el principal problema en la falta de independencia de los partidos que tendría este órgano. El Gobierno no solo elige al presidente de la CNMC, también al vicepresidente y a los ocho consejeros.  El Ministerio de Economía los propone para su posterior aprobación en el Consejo de Ministros.

Una relación directa con el Ejecutivo y con el legislativo que dispara la falta de autonomía que rige en el resto de comités europeos.

La formación de Díaz asegura que esta decisión altera una de las funciones principales del plan: cortar la manipulación política de los medios públicos, una herencia creen heredada del franquismo y que continúa vigente en la actualidad.

Un comité de expertos y catedráticos

Hace meses, el partido propuso la creación de un comité completamente independiente del poder político, formado por profesionales de la comunicación, catedráticos, periodistas con años de experiencia… Una serie de perfiles que no levantasen ninguna sospecha de influencia de los partidos y que pudiese trabajar sin seguir el dictado de los mismos.

Este nuevo órgano estatal, tendría el poder de sancionar a los medios que publiquen informaciones falsas y no contrastadas, según la idea que plantean desde Sumar.

Un paso importante, pero poco ambicioso

A pesar de haber negociado todas las medidas y de que los socialistas han aceptado varios de los reclamos de la formación minoritaria del Gobierno, algunas de las propuestas se han quedado cortas, según las fuentes consultadas.

El partido de Díaz querría haber avanzado mucho más e intentaron incluir medidas en este plan “para la democracia” para reformar la Justicia. Sin embargo, el presidente vetó todas las propuestas que afectasen a los jueces, como adelantó este diario. Aun así, los socios del Ejecutivo no renuncian a añadir medidas en el futuro, principalmente en lo que consideran el gran problema de la judicatura: el acceso a la carrera judicial para las personas con menos recursos.

En Sumar sí están satisfechos porque el PSOE no haya optado por elaborar una ley de medios, porque consideraban que resultaría más eficaz elaborar una a una por la cantidad de materia sobre la que legislar. Al principio, la parte socialista del Ejecutivo apostaba por elaborar una única norma, pero ahora solo ha presentado un plan; una hoja de ruta sobre la que se redactaran distintas normas que aterricen la reforma de la financiación institucional, el propio registro de medios, etc…

 

Francisco Sierra sobre despenalizar las injurias a la Corona: “Confiamos en que el PSOE haya entendido el mensaje”

Share

El diputado de Sumar, primer presidente del Ateneo Republicano de Andalucía, analiza la situación de la monarquía y el futuro de la república.

De nuevo el Congreso vuelve a tramitar una propuesta para suprimir los delitos de injurias a la Corona y del enaltecimiento del terrorismo. En la anterior legislatura, ninguna de las presentadas por Unidas Podemos, ERC y EH Bildu fructificaron. La de ahora, impulsada por Sumar, lo intentará otra vez. Su objetivo es «derogar y modificar aquellos artículos del Código Penal que chocan frontalmente con la libertad de expresión o que tienen un difícil encaje en un sistema democrático”. Charlamos con el diputado de Sumar por Sevilla, Francisco Sierra, primer presidente del Ateneo Republicano de Andalucía.

¿Confía en que esta vez sí se logre despenalizar los delitos de injurias a la Corona

Sí, confío por tres razones. Primero, porque los estándares internacionales de libertad de expresión así lo exigen y en la UE nos han llamado la atención por esta anomalía democrática como sucediera con la figura de desacato. Es un compromiso del presidente Sánchez y confiamos en que esta vez sea realidad. Sumar lo exigirá. En segundo lugar, la amenaza censora de la ultraderecha en Europa exige una apuesta por las libertades públicas, y el gobierno de coalición y los apoyos parlamentarios deben cumplirse. Y por otra parte la nueva generación de jóvenes, el conjunto de la ciudadanía, no aceptaría un incumplimiento.

Vemos a diario las consecuencias de un Código Penal más propio del siglo XIX que del XXI. No podemos permitírnoslo. En tiempos de amenaza a la democracia, fortalecer nuestro sistema exige reforma y apertura, y confiamos en que el PSOE haya entendido el mensaje.

¿Cómo está viviendo la ‘operación Leonor’?

Nuestro grupo, Sumar, no asistió al juramento de Leonor. Como partido republicano, defendemos los valores democráticos en su radicalidad cívica, lo que excluye la forma monárquica de Estado. Dicho esto, la operación Leonor no sólo resulta inconsistente sino una farsa por el bajo apoyo popular, especialmente entre las nuevas generaciones. La historia, por otra parte, de esta dinastía anida en el imaginario y memoria popular. Hablamos del peor lastre de la historia de España: una monarquía corrupta, indolente, autoritaria y peripatética.

¿Cree que la operación pasa por relanzar la monarquía tras el declive causado por el rey emérito? Es decir, ¿está el propio rey Felipe VI depositando en la nueva figura de Leonor la ‘salvación’ de la monarquía?

La monarquía es insalvable desde su origen franquista y el claro posicionamiento con la derecha y la extrema derecha. Y los recientes acontecimientos del referéndum en Cataluña y la investidura del segundo gobierno de coalición. Es insalvable por la corrupción y por la apropiación como antaño de los sectores ultramontanos. En otras palabras, es más propia de una monarquía absoluta en valores que de una vocación democrática. En los usos y abusos de posición y en los intereses que representa.

¿Qué valores o nuevos valores cree que está intentando proyectar la monarquía a través de la figura de Leonor? Se habla de feminismo, compromiso climático… Incluso hubo quien dijo que se estaba rompiendo un techo de cristal al ser mujer… 

La operación Leonor no aporta valor alguno. Ni en su educación, militar y en la estela de su padre y el sucesor de Franco, ni en la ejemplaridad, educada en colegio privado. Ni en igualdad porque el cambio constitucional y el techo de cristal presupone que nadie asume la jefatura del Estado por ser quien es sino por elección.

¿Cree que, en algún momento, se reformará la Constitución para incluir la perspectiva de género y modificar, por ejemplo, el artículo machista de sucesión al trono?

Queremos reformar la Constitución, por ejemplo, para incluir el lenguaje inclusivo. La sucesión al trono de una mujer refuerza el modelo patriarcal que representa la Corona. No es compatible una política feminista con la asunción de privilegios de clase.

¿Cómo ve hoy el futuro de la III República?

Que el CIS no sondee sobre el parecer de la ciudadanía española en torno a la forma de Estado es revelador de un estado de la opinión pública poco proclive a la monarquía. Las consultas populares en el ámbito universitario son indicativas de esta tendencia. Otra cosa es la fortaleza del proyecto republicano. Hace unos años fundamos el Ateneo Republicano de Andalucía, que tuve el honor de presidir, justamente para impulsar los valores cívicos de libertad, de igualdad y de fraternidad impregnando nuestra cultura de la virtud y ejemplaridad del trabajo en común. Del cuidado de lo público. Y en este empeño queda mucho por avanzar tras décadas de neoliberalismo que han socavado las bases de las convivencia y principios como el de responsabilidad, phronesis y solidaridad.

¿Cómo se logra?

Las fuerzas republicanas tienen que estar mejor organizadas. Con una propuesta clara y compartida de modelo de Estado para la ciudadanía. Sin ello, va a ser imposible avanzar. Y esta es la tarea de las fuerzas de progreso: una nueva Constitución, un nuevo pacto de Estado instituyendo la forma republicana como vector de fuerza de las reformas y regeneración que precisa este país. Y, contrariamente a los que piensan que ello será posible a partir de Cataluña y el País Vasco, creo que se equivocan. Como pensara Gramsci, la cuestión meridional es estratégica para que España deje definitivamente el bucle recursivo del siglo XIX. Creo que la solución ha de venir desde el sur, desde Andalucia, y desde abajo, a partir de la pulsión plebeya y subalterna de las clases populares.

Francisco Sierra, diputado español de Sumar: “Estoy totalmente convencido de que se obtendrán los votos para la investidura de Pedro Sánchez”

Share

Catedrático de Teoría de la Comunicación de la Universidad de Sevilla y volcado con proyectos en Latinoamérica, la vida de Francisco Sierra dio un giro en julio pasado. En un “momento histórico” como el que vivía entonces España, ha dicho, no podía eludir la responsabilidad propuesta por Yolanda Díaz para encabezar la lista de Sumar por Sevilla en las elecciones generales del día 23 de ese mes. Elegido diputado nacional por la coalición izquierdista en representación de Andalucía, Sierra prometió junto a su partido “hacer historia para la gente común” en la nueva legislatura, como escribió en agosto en la red social X.

De visita en Chile para recibir un homenaje por su trayectoria académica de parte de la Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura (ULEPICC), en el marco del congreso internacional de la entidad coorganizado por Ciclos UDP, Sierra conversó con La Tercera sobre el actual momento de la política española, justo en momentos en que el PSOE y Sumar alcanzaron un acuerdo programático para formar un nuevo Gobierno de coalición progresista tras cerrar sus líderes, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, los detalles de un pacto que incluye la reducción de jornada sin rebaja salarial, el principal escollo que separaba la firma.

En términos generales, ¿qué le ha parecido el acuerdo de gobierno alcanzado por el PSOE y Sumar?

El acuerdo es un acuerdo positivo en un marco muy difícil y complejo de negociación. Hay un escenario en el que Pedro Sánchez, como candidato en nuestro sistema parlamentario, tiene que negociar con fuerzas nacionalistas conservadoras, como el PNV o Junts, y, por tanto, el acuerdo era más difícil. Pero Sumar había fijado tres objetivos. El primero era avanzar en el estado de bienestar, mejorar del salario mínimo interprofesional, la estabilidad de los jóvenes precarios en materia de empleo, acceso a servicios básicos como la vivienda. Ampliar derechos y libertades públicas. Por ejemplo, la derogación de la ley mordaza, que era un acuerdo de la anterior legislatura de la coalición progresista y que no se llevó a cabo y que nosotros queremos avanzar en libertades públicas y derechos fundamentales, como la libertad de expresión. Y, en tercer lugar, nuevos derechos que están en el debate que, por ejemplo, el movimiento feminista ha planteado, que es lo que llamamos la ética o política de los cuidados, que sea ámbito del Estado todo lo que tiene que ver con protección, cuidado de la infancia, cuidado también de las personas mayores en situaciones de dependencia, ampliar un poco el abanico de estos derechos. Así que nuestra valoración es positiva. Hubiéramos querido ir mucho más lejos, pero en una coalición de progreso, evidentemente, hay que establecer mínimos acuerdos entre lo que es el enfoque del Partido Socialista y nuestra visión más socialdemócrata, más progresista, como partido, como coalición, en la que Sumar, pues, hemos avanzado bastante.

Dentro del pacto de gobierno destaca la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. ¿Cuál ha sido la reacción del empresariado español ante este anuncio?

Bueno, inicialmente, cuando en la campaña defendimos nosotros la reducción a 32 horas como opción, como alternativa de Sumar, el empresariado, que suele ser bastante conservador, rechazó tajantemente esta medida. Sin embargo, esta medida ya se ha aplicado en algunas empresas en España y en otros países europeos y se ha aplicado en algunos sectores y ramas industriales. Y se han demostrado tres cosas. Una, que frente a la idea que tiene el empresariado de que eso le va a aplicar un costo, se han incrementado los procesos de productividad. Y la productividad ha sido mucho mayor con la reducción de la jornada laboral. En segundo lugar, también ha habido un mayor compromiso de los trabajadores en su desempeño profesional, porque al liberar horas para el cuidado de la familia, para la convivencia en pareja, para lo que sería la vida, evidentemente el rendimiento y la satisfacción en el empleo del trabajador ha sido importante. Y los márgenes de beneficio de esas empresas que han introducido esta medida han sido mayores. Por tanto, la experiencia demuestra que, aunque en principio son reticentes, creo que al final serán de algún modo partidarios. Hay que recordar que, durante la anterior legislatura, la ministra de Trabajo, nuestra líder de Sumar, Yolanda Díaz, consiguió el mayor número de acuerdos con el empresariado y con los sindicatos de toda la historia democrática de España. Así que no nos cabe duda de que lo respaldarán y lo apoyarán, como han hecho en la anterior legislatura.

La prensa española destaca que, dentro del acuerdo de gobierno, no se menciona ni el tema de la amnistía ni a Cataluña. ¿Eso se hace ex profeso, considerando las negociaciones que hay en curso con Carles Puigdemont, líder de Junts?

Evidentemente, son negociaciones que todavía están abiertas. Digamos que lo que nosotros hemos acordado es el acuerdo de gobierno de las dos fuerzas que van a liderar la legislatura, Partido Socialista y Sumar. Aspectos que están abiertos en la negociación con otras fuerzas políticas, no solo con Junts, sino también con Esquerra Republicana de Cataluña, respecto a la amnistía, la autodeterminación y algunas reivindicaciones del nacionalismo catalán, quedan abiertas y están en proceso de negociación. No compete el incluirlas en la negociación porque la forma en la que se desarrollen estos acuerdos con el independentismo catalán tiene que contar con ellos, en primer lugar, más que entre Sumar, que como fuerza hemos defendido públicamente la amnistía, seguimos defendiéndolo y el derecho a decidir del pueblo catalán. Pero no queríamos introducir este elemento porque la negociación, en este momento, es un componente que produce más ruido, que contribución al acuerdo con las fuerzas catalanistas. En ese sentido, estamos respetando los tiempos y que hay otras negociaciones abiertas por parte de Pedro Sánchez con fuerzas políticas.